Una vasectomía es una cirugía sencilla hecha por unx doctorx en un consultorio, un hospital o una clínica. Durante la vasectomía, tu doctorx corta o bloquea los pequeños conductos (tubos) que tienes en tu escroto y que transportan los espermatozoides, para que estos no puedan salir de tu cuerpo. Si los espermatozoides no pueden salir, el embarazo no puede ocurrir. El procedimiento es muy rápido y puedes regresar a tu casa ese mismo día. Además, tiene una altísima efectividad para evitar embarazos, casi del 100%.
Por qué se realiza el procedimiento
La vasectomía puede recomendarse para hombres que estén seguros de no querer embarazar a una mujer en el futuro. Una vasectomía vuelve a un hombre estéril.
La vasectomía no se recomienda como una forma de control de natalidad a corto plazo. El procedimiento para revertir una vasectomía es una operación mucho más complicada y es posible que el seguro no la cubra.
La vasectomía puede ser una buena opción para un hombre que:
- Tenga una relación y ambos compañeros estén de acuerdo en que no quieren tener hijos o que no quieren tener más. Ellos no quieren usar, o no pueden usar, otras formas de control de natalidad.
- Tenga una relación y un embarazo sería inseguro para la mujer por problemas de salud.
- Tenga una relación y uno o ambos compañeros tienen trastornos genéticos que no quieren transmitir.
- No quiere molestarse teniendo que usar otras formas de control de natalidad durante la actividad sexual.
- Es posible que la vasectomía no sea una buena opción para un hombre que:
- Tenga una relación con alguien que no haya decidido si va a tener hijos o no en el futuro.
- Tenga una relación inestable o estresante.
- Esté pensando en hacerse operar solo para complacer a su compañera.
- Desee engendrar hijos posteriormente guardando sus espermatozoides o revirtiendo su vasectomía.
- Sea joven y tal vez quiera tomar una decisión diferente en el futuro.
- Esté soltero al momento de querer hacerse una vasectomía. Esto incluye a hombres que estén divorciados, viudos o separados.
¿Cómo se hace la vasectomía?
Los espermatozoides se producen en tus testículos. Los espermatozoides salen de tus testículos a través de dos conductos llamados conductos deferentes y se mezclan con otros fluidos para formar el semen. Los espermatozoides que están en el semen pueden provocar un embarazo si entran a la vagina.
El procedimiento de la vasectomía consiste en bloquear o cortar cada conducto deferente, para que los espermatozoides no puedan salir y llegar al semen. Como no pueden salir, los espermatozoides se quedan en tus testículos donde tu cuerpo los absorbe. Sin embargo, esto no ocurre inmediatamente después del procedimiento. Tarda más o menos 2 meses después de una vasectomía para que tu semen deje de tener espermatozoides y no cause embarazos. Por eso, es necesario que te hagas un análisis de semen entre 8 y 16 semanas después de la vasectomía para asegurarte de que tu semen ya no tenga espermatozoides.
Después de la vasectomía, tu semen seguirá teniendo el mismo aspecto, textura y sabor. Tendrías que mirarlo con un microscopio para ver la diferencia. Vas a seguir teniendo la misma cantidad de semen que antes, solo que no tendrá espermatozoides, por lo que no podrá embarazar a nadie. Las vasectomías no cambian ni tus orgasmos ni tu eyaculación y no afectan tus niveles de hormonas, tu deseo sexual o tu capacidad de tener una erección (ponerse duro).
Riesgos
No existe ningún riesgo serio para la vasectomía. El semen se examinará en los meses posteriores a la operación para verificar que no contenga espermatozoides.
Como sucede con cualquier procedimiento quirúrgico, se puede presentar infección, hinchazón o dolor prolongado. El seguimiento cuidadoso de las instrucciones para el tratamiento posoperatorio reduce estos riesgos de manera significativa.
En muy raras ocasiones, los conductos deferentes pueden crecer y juntarse nuevamente. Si esto sucede, los espermatozoides se pueden mezclar con el semen, lo cual haría posible que usted embarazara a una mujer.