ESTRÉS ACADÉMICO
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés académico como «reacción de activación fisiológica, emocional, conductual y cognitiva ante estímulos y eventos académicos».
El estrés académico es un malestar general que viven las personas estudiantes (de diferentes etapas académicas) ante sus estudios. Ese malestar se manifiesta con ansiedad, frustración, ira, apatía, aislamiento, conflictos, pensamientos de incapacidad, dificultad en resolución de situaciones, infravalorarse, y conductas diversas
Manifestaciones físicas
Corresponden a los síntomas que se generan en nuestro cuerpo frente a los estresores habituales, algunos de ellos son:
- Cansancio y fatiga
- Dolores de cabeza o jaquecas
- Dolor de estómago y/o colon irritable
- Aumento o disminución del apetito
- Bruxismo (tensión de mandíbulas)
- Dolor de espalda
- Taquicardia o palpitaciones fuertes
- Somnolencia, mayor necesidad de dormir
- Dificultades para dormir (insomnio o pesadillas)
- Resfríos frecuentes (baja en el sistema inmune)
Manifestaciones psicológicas y emocionales
Son las reacciones emocionales y cognitivas que tenemos frente a situaciones de estrés, entre las que destacan:
- Inquietud e hiperactividad
- Irritabilidad frecuente
- Tristeza y/o desgano
- Ansiedad constante
- Angustia y/o ganas de llorar frecuente
- Dificultades para concentrarse
- Dificultades para pensar (quedarse en blanco)
- Problemas de memoria, olvidos frecuentes
- Temor a no poder cumplir con las obligaciones
- Baja motivación para actividades académicas
Manifestaciones conductuales
Consisten en los cambios que experimentamos en nuestra conducta producto de la vivencia de situaciones de estrés, que son fácilmente observados por otros, entre los que podemos encontrar:
- Dificultad para sentarse a estudiar (“sacar la vuelta”)
- Frecuente tendencia a discutir con los demás
- Necesidad de estar solo, aislarse
- Uso de fármacos para estar despierto (automedicados)
- Preferir otras actividades por sobre el estudio
- Aumento del consumo de café y/o tabaco
- Dejar de asistir a clases
- Tendencia a dejar de hacer, por desgano o apatía, lo que se acostumbra normalmente
- Uso de fármacos para dormir (automedicados)
Prevención y afrontamiento del estrés académico
Una vez que identificamos las situaciones que nos generan estrés y que sabemos cómo reaccionamos frente a ello, necesitamos distinguir qué estamos haciendo para prevenir que esto ocurra o mitigar los efectos.
Algunas de las estrategias que ayudan tanto a prevenir la cronificación del estrés como a afrontar las manifestaciones en la fase de agotamiento son:
- Planificar actividades priorizando entre ellas
- Decidir entre diversas técnicas de estudio
- Alimentarse saludablemente en horarios estables
- Practicar deporte o actividades recreativas
- Dedicar tiempo a pasatiempos y hobbies
- Mantener ciclos de sueño estables
- Buscar ayuda y compartir con otros
- Practicar relajación y respiración profunda
- Mantener el sentido del humor
- Esforzarse en mantener la calma y tranquilidad