¿Sabías que las loncheras saludables ayudan a que tus hijos tengan un mejor rendimiento escolar? De hecho, existe una relación entre consumo de snacks chatarra con una disminución en las calificaciones de matemática y lenguaje
Los niños vuelven al colegio y dentro de la rutina una de las preguntas frecuentes de los padres es: ¿Cómo hacer una lonchera saludable? Algunas veces el afán de los días hace que la «comida chatarra» como los paquetes, bebidas artificiales, snacks, embutidos y golosinas sean protagonistas.
¿Qué es una lonchera saludable?
Una lonchera saludable es aquella que está compuesta por alimentos con un alto valor nutritivo y cuyo consumo permite que los niños y niñas tengan un mejor rendimiento en la escuela. Una lonchera nutritiva también les ayuda a recuperar sus energías para realizar diferentes actividades, como jugar, estudiar, practicar deportes, atender a la clase, etc.
¿Cómo debe ser?
- Nutritiva: alimentos que brinden la energía y nutrientes según: edad, sexo (a partir de los 11 años), peso, estatura y actividad física.
- Atractiva: colores, sabores, texturas y formas; para hacer que los alimentos sean más ricos y provocativos
- Variada: escoger diferentes alimentos
- Sencilla: enviar alimentos que los niños puedan abrir y comer con facilidad
¿Qué tipo de alimentos debe contener?
- Proteínas: pollo, atún, huevo, hamburguesas vegetarianas, menestras, etc.
- Carbohidratos: pan integral, tortillas de trigo o maíz, arroz integral, quinua, trigo, choclo, papa, yuca, camote, galletas de arroz, barras de granola, etc.
- Vegetales: frutas y verduras.
- Grasas Saludables: aceitunas, aguacate, frutos secos (pecanas, almendras, nueces, etc.), aceite de oliva.
No olvidemos los líquidos, agua natural es la primera opción. La cantidad también depende del tiempo que esté fuera de casa y de la actividad física adicional.
Unos consejos adicionales
Si tu hijo o hija no come toda su lonchera, no lo castigues. Los padres deben aprender a respetar el apetito de sus hijos o hijas. Pedirle que coma todo solo creará en el infante una mala relación con la comida; eso, a la larga, puede generar problemas, como desórdenes alimenticios. Por eso es importante respetar los ritmos del infante, e intentar darle a la comida un toque lúdico: usa alimentos de colores y córtalos con moldes de galletas o con formas atractivas.