Se habla de hipertensión cuando la presión de la sangre en nuestros vasos sanguíneos es demasiado alta (de 40/190 mmHg o más). Es un problema frecuente que puede ser grave si no se trata. El riesgo de hipertensión puede aumentar en estos casos:
- Edad avanzada
- Causas genéticas
- Sobrepeso u obesidad
- Falta de actividad física
- Comer con mucha sal
- Beber demasiado alcohol
- Síntomas
Prevención
Hay cambios de hábitos que pueden ayudar a las personas con hipertensión a reducir su tensión arterial, aunque en algunos casos es necesario tomar también medicamentos. Estos cambios pueden prevenir y reducir la tensión arterial elevada:
- Comer más frutas y hortalizas
- Pasar menos tiempo sentado
- Hacer actividad física, ya sea caminar, correr, nadar, bailar o actividades para ganar fuerza, como levantar pesas
- Perder peso si se tiene obesidad o sobrepeso
- Tomar los medicamentos que prescriba su profesional de la salud
- Acudir a las visitas previstas con su profesional de la salud.
Conductas que se deben evitar:
- Tomar demasiada sal (no se deben superar los 2 g al día)
- Comer alimentos con muchas grasas trans o saturadas
- Fumar o consumir tabaco de otra manera
- Beber demasiado alcohol (como máximo, una copa las mujeres y dos los hombres)
- No tomarse la medicación o tomar la de otra persona

Diagnóstico
Una prueba de presión arterial sirve para diagnosticar una presión arterial elevada. La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg). La medición de la presión arterial tiene dos valores:
- El valor superior (sistólica) es la presión del flujo sanguíneo cuando el músculo cardíaco se contrae (aprieta) y bombea sangre.
- El valor inferior (diastólica) es la presión en las arterias medida entre los latidos del corazón.
- La presión arterial elevada es una medición de 120 a 129 mm Hg y un valor inferior por debajo (no por encima) de 80 mm Hg.
- El diagnóstico de presión arterial elevada se basa en el promedio de dos o más lecturas de la presión arterial.
Pruebas
Si tiene presión arterial elevada o alta, puede indicarse análisis de sangre y orina para detectar afecciones que puedan causarla. Es posible que las pruebas incluyan las siguientes:
- Hemograma completo
- Prueba de colesterol (perfil de lípidos)
- Prueba de glucosa sanguínea (glucosa)
- Análisis de la función renal
- Pruebas de la función tiroidea
- También, pueden hacerse otras pruebas.
- Puede usted también realizarse un electrocardiograma (ECG) para ver cómo late el corazón.