La influenza es una enfermedad
viral aguda del tracto respiratorio superior, que se manifiesta a través de
fiebre mayor a los 38°C, escurrimiento y enrojecimiento nasal, escalofrío,
dolor de cabeza, dolor muscular, debilidad, dolor de pecho, diarrea y garganta
ligeramente inflamada. También puede presentar tos severa, así como náuseas y
vómitos, aunque esto es menos frecuente.
Aunque presenta síntomas
similares a los del resfriado común (dolor de garganta, tos y secreción nasal),
debe ser considerada como una infección viral grave que puede tener
consecuencias devastadoras, especialmente en grupos vulnerables como las
personas mayores, que pueden llegar a requerir hospitalización o, incluso,
morir.
La influenza se transmite
de persona a persona, a través de gotitas de saliva que se expulsan al
estornudar o toser; también al saludar de mano, de beso o abrazo, a una persona
infectada. Además, también se puede adquirir al tener contacto con superficies
contaminadas por gotitas de saliva de una persona enferma, tales como mesas,
teclados de computadora, artículos deportivos, manijas, barandales, teléfonos,
pañuelos desechables y telas. El virus entra al organismo por la boca, nariz y
ojos.
En caso de presentes los
síntomas anteriormente mencionados, no debes automedicarte, sino acudir de
inmediato con tu médico para recibir el diagnóstico y el tratamiento viral
específico, junto con los medicamentos que ayuden a mitigar las molestias. De
igual forma, es conveniente tomar muchos líquidos, permanecer en casa y descansar
La mejor forma de prevenir
la influenza es la vacunación anual, con ello, se reducirán las posibilidades
de desarrollar neumonía y requerir hospitalización, debe aplicarse,
principalmente, a niños entre 6 meses a 5 años de edad y a personas mayores de
60 años.
Algunas de las medidas
preventivas son:
·
Evitar cambios bruscos de temperatura y corrientes de aire.
·
Abrigarse bien, utilizando gorro, guantes, bufanda (que cubra
nariz y boca) y calcetines gruesos.
·
Consumir muchas frutas y verduras, sobre todo las amarillas y
verdes, que ayudarán a sentirse mejor y a fortalecer las defensas del cuerpo.
·
Evitar el contacto físico con personas que tengan
enfermedades respiratorias.
·
No automedicarse y acudir a consulta médica si se presentan
síntomas.
¡Esta temporada de influenza cuida tu salud y la de los tuyos!