En estos más de tres años, se han contabilizado oficialmente 765 millones de diagnósticos y 6,9 millones de muertes, cifras que se quedan muy cortas, según todas las estimaciones
“La covid ha cambiado el mundo y nos ha cambiado”, ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Ha sido mucho más que una crisis sanitaria. Ha causado graves trastornos económicos, eliminando billones del producto interior bruto, interrumpiendo los viajes y el comercio, cerrando negocios y hundiendo a millones en la pobreza. Ha causado una grave agitación social, con fronteras cerradas, movimiento restringido, escuelas cerradas y millones de personas que han experimentado soledad, aislamiento, ansiedad y depresión”, ha añadido en una intervención en la que ha recordado que la amenaza para la salud pública generada por el coronavirus continúa
Aunque ha señalado que es un momento de “celebración”, ha hecho un balance crítico: “Una de las mayores tragedias de la covid es que no tendría por qué haber sido así. Tenemos las herramientas y las tecnologías para prepararnos mejor para las pandemias, para detectarlas antes, para responderlas más rápido y para mitigar su impacto”.
El decreto de emergencia que ahora finaliza es la herramienta que la OMS usa para agilizar decisiones cuando una enfermedad tiene un impacto grave en la salud pública, es inusual e inesperada, con riesgo de expansión internacional, y tiene capacidad de generar restricción de movimientos de bienes o personas. Aunque no suponga ninguna obligación para los países (a los que la organización no puede forzar a tomar decisiones), es un medio para movilizar recursos de forma más rápida, autorizar medicamentos (o vacunas) con menos trámites o dictar resoluciones que tengan más eco en los Estados miembros.
La decisión de la OMS se daba casi por segura cuando se anunció la reunión del comité de emergencia para este jueves. Un informe que la organización ha presentado esta misma semana afirmaba que los sistemas sanitarios “han empezado a mostrar los primeros signos importantes de recuperación”. Según una encuesta realizada entre finales del año pasado y principios de este entre 139 países, se están “empezando a restablecer los servicios esenciales de salud para millones de personas que los perdieron durante la pandemia”.
También ha visto la luz esta misma semana un documento de la OMS que propone una transición de la emergencia de la covid a una respuesta a largo plazo. Es un plan para seguir reduciendo la incidencia del coronavirus y sus variantes, prevenir, diagnosticar y tratar la covid para reducir la morbimortalidad y las secuelas y apoyar a los Estados para una respuesta sostenible. “Los países tienen la oportunidad de reforzar sus sistemas sanitarios para futuras pandemias”, reza el informe.
La OMS recalca en este documento que el fin de la emergencia sanitaria no quiere decir que el problema de la covid haya terminado. Todavía es una enfermedad nueva de la que quedan cosas por aprender (las mutaciones del virus son siempre una amenaza y hace falta investigar más sobre la covid persistente), que se sigue cobrando vidas y llevando a pacientes a cuidados intensivos.
No bajar la guardia
“Este virus está aquí para quedarse. Sigue matando y sigue cambiando. Sigue existiendo el riesgo de que aparezcan nuevas variantes que provoquen nuevos repuntes de casos y muertes. Lo peor que podría hacer ahora cualquier país es utilizar estas noticias como motivo para bajar la guardia, desmantelar los sistemas que ha construido o enviar el mensaje a su población de que el COVID-19 no es nada de lo que preocuparse”, alertó Tedros.
El director de la OMS explicó que lo que la noticia significa es que ha llegado el momento de que los países pasen del modo de emergencia a la gestión del COVID-19 junto con otras enfermedades infecciosas.
El dotor Tedros explicó que no se trata de una decisión precipitada, sino tomada sobre la base de un análisis minucioso de los datos, y aseguró que, en caso necesario, no dudará en convocar otro Comité de Emergencia si el COVID-19 vuelve a poner en peligro el mundo.
Luego, recordó que la agencia de la ONU ha publicado esta semana la cuarta edición del Plan Estratégico Mundial de Preparación y Respuesta frente al COVID-19, en el que se describen medidas esenciales para los países en cinco ámbitos básicos:
- vigilancia colaborativa
- protección de la comunidad
- atención segura y escalable
- acceso a contramedidas
- coordinación de emergencias.
Durante más de tres años, los expertos del Comité de Emergencias han dedicado su tiempo, su experiencia y sus conocimientos, no sólo para aconsejar sobre si el COVID-19 sigue representando una emergencia sanitaria mundial, sino también para asesorar sobre las recomendaciones para los países.