Los buenos amigos son buenos para tu salud. Los amigos pueden ayudarte a celebrar los buenos momentos y apoyarte en los malos. Los amigos pueden prevenir el aislamiento y la soledad y ofrecerte compañía si la necesitas. Los amigos también pueden hacer lo siguiente:
- Aumentan la sensación de que formas parte de un grupo y el sentido de finalidad
- Te dan más felicidad y reducen tu estrés
- Mejoran la confianza en uno mismo y la autoestima
- Te ayudan a sobrellevar traumas, como el divorcio, una enfermedad grave, la pérdida del trabajo o la muerte de un ser querido
- Te animan a cambiar o a evitar hábitos que sean poco saludables, como beber en exceso o no hacer ejercicio
- Tener amigos nos ayuda, según un estudio de la Universidad de Concordia (Canadá), a segregar oxitocina –una hormona relacionada con el parto, la lactancia y las relaciones sociales–, que hace que experimentemos una sensación de bienestar durante una cena o una conversación. Además, otra investigación publicada en APA PsycNET, muestra que estar cerca de amigos en los malos momentos aumenta el cortisol, otra hormona que planta cara al estrés y que nos hace mantener una actitud más positiva ante cualquier problema o situación desagradable.
Los amigos también tienen una función importante en la mejora de tu salud en general. Los adultos con relaciones sociales consolidadas tienen menos riesgo de tener problemas de salud importantes, como depresión, hipertensión arterial y un índice de masa corporal (IMC) poco saludable. De hecho, según estudios, los adultos mayores que establecen relaciones valiosas y tienen apoyo social probablemente vivan más que sus compañeros con menos vínculos sociales.